Dentro de las distintas modalidades de apadrinamiento que tiene GREFA hay una en particular, el apadrinamiento de proyectos, que está enfocado de lleno al motor de nuestros equipos de trabajo. Lo que ofrecemos es la posibilidad de colaborar con programas específicos que desarrollamos en favor de algunas de nuestras especies animales más amenazadas, como son el águila imperial, águila real, águila perdicera, buitre negro, cernícalo primilla, milano real, aguiluchos ibéricos y galápago europeo.
A pesar de su gran atractivo se da sin embargo la paradoja de que este apadrinamiento parece seguir siendo un gran desconocido, exceptuando los contadísimos casos de algunos de nuestros colaboradores más fieles y comprometidos. Convertimos por tanto en uno de nuestros retos para este año dar a conocer mejor esta modalidad, pero lo que ninguno nos esperábamos es que quienes mejor acogerían esta propuesta y responderían con entusiasmo a nuestro llamamiento iban a ser niños de diez años. Si queréis saber más sobre estos sorprendentes pequeños padrinos aquí os traemos sus historias.
Franci, madrina del proyecto de águila real
Francesca (Franci, como la conocen todos en su casa) llegó a nosotros de la mano de unos amigos de sus padres que son padrinos de GREFA y que en junio quisieron compartir con ellos la visita a nuestras instalaciones. La niña quedó tan fascinada por lo que vio en esa visita que no lo dudó un momento: su cumpleaños era unos días más tarde y como regalo no quería otra cosa que no fuese un apadrinamiento.
Sin embargo cuando nos dijo lo que quería amadrinar temimos desilusionarla. Había elegido el águila real nacida este año en el programa de cría en cautividad y nosotros sabíamos que con esa elección no recibiría nada a cambio, puesto que el pollo había abandonado ya la sala de incubadoras para volver al nido con sus padres con lo cual no era posible que Franci pudiera darle la ceba; y al coincidir con el viaje de vacaciones de su familia tampoco podría asistir al marcaje del animal ni iba a poder acompañar a su ahijada en el desplazamiento hasta el hacking de Galicia, donde hubiera podido conocer primera mano el proyecto de reintroducción de esta especie en el Parque Natural Baixa Límia-Serra do Xurés. En fin, teníamos claro que cuando le explicásemos a Franci todas esas dificultades ella decidiría cambiar de opinión. Pero … ¡no fue así!
¿Qué esperaba entonces Franci recibir a cambio de su apadrinamiento? Ella misma nos lo resumió en una sola palabra: nada. Así de sencillo, N-A-D-A. Bueno, sí, nos pedía una sola cosa y era que la mantuviésemos informada de que el águila seguía viva y se encontraba bien, porque lo único que ella quería era saber que estaba contribuyendo al bienestar del animal y a su vida en libertad.
Con alguien que demuestra tanta bondad y tanta generosidad hay que saber estar a la altura, así que nos propusimos hacer del amadrinamiento de Franci algo inolvidable. A nuestros esfuerzos contribuyó además el que ella finalmente sí que pudiera presenciar el marcaje del águila real, así que todo resultó perfecto. Sabemos que Franci está deseando repetir, que le ha contado su increíble experiencia a todos sus amigos y que ahora está haciendo planes para conseguir traer a su clase a conocernos. ¡Os esperamos!
Lucía, madrina del proyecto de aguiluchos ibéricos
Lucía es una niña con una sensibilidad especial hacia los animales. Quizá podamos presuponer que algo de eso traía ya grabado en los genes, al ser su madre y su padre veterinarios, pero al margen de la posible influencia genética de lo que no queda ninguna duda después de hablar con ellos unos pocos minutos es que Lucía y su hermano han sido educados en el respeto y el cuidado de la fauna salvaje. Con esos antecedentes era cuestión de tiempo que esta pequeña madrina pasase a formar parte de la gran “familia” de Buscopadrino.
El descubrimiento de GREFA por Lucía llegó en una visita que hizo con su familia a nuestro centro de educación ambiental “Naturaleza Viva”. Salió de allí convencida de que quería convertirse en madrina, y la propuesta que le hicieron sus padres de entregárselo como regalo de cumpleaños no le convenció porque faltaban todavía algunos meses y ella lo veía demasiado lejano. Hicieron entonces un trato: sería su regalo de fin de curso si conseguía sacar buenas notas.
Al escuchar aquello Lucía debió sonreirse. ¡¡Se lo habían puesto chupado, porque ella es una excelente estudiante!! Pero como encima es responsable y cumplidora decidió respetar a rajatabla su parte del trato y al terminar el curso se presentó con unas calificaciones inmejorables.
Todo esfuerzo merece su recompensa, y ahora nos tocaba a nosotros encontrar el apadrinamiento que encajase justo con los anhelos de Lucía. Tanteamos un par de posibilidades y al final dimos con lo que más feliz la hacía: ser madrina del proyecto de salvamento de aguiluchos ibéricos, especies asociadas a zonas de cultivo de cereal que se encuentran gravemente amenazadas por el adelanto de las cosechas y por la mecanización de la siega.
Durante varias semanas de caluroso verano personal y voluntarios de GREFA se desviven por rescatar de las cuchillas de las cosechadoras a los pollos de aguiluchos cenizo, pálido y lagunero. Lucía se convertía ahora en pequeña patrocinadora de ese trabajo, y ella misma vino a pasar con nosotros una jornada aguiluchera completa. Conoció los detalles del proyecto, charló con algunos de los voluntarios de la campaña y, lo más importante, nos acompañó al hacking de aguiluchos a introducir con sus propias manos cuatro pollos salvados en la campaña.
Al final del día el brillo en los ojos de Lucía no mentía cuando le preguntamos por sus impresiones sobre la experiencia que acababa de vivir. No podía haber mejor confirmación de que habíamos acertado. Y, ¿quién sabe? … si el año que viene se repiten las buenas notas a lo mejor Lucía vuelve a ser protagonista del increíble apadrinamiento de uno de nuestros proyectos.
Juan, padrino del proyecto de cernícalo primilla
Juanito es un chico entrañable y cariñoso que ya había experimentado antes la sensación de ser padrino, puesto que junto al resto de compañeros de su colegio ESTUDIO 3 AFANÍAS apadrinaron a principios de 2016 al cárabo “Mirón Ronaldo”. Juan vivió aquella historia de una forma muy especial, e incluso fue él quien liberó al cárabo en representación del resto de participantes de su cole. Todo esto y su amor por los animales le llevaron a querer repetir, pero esta vez no de manera conjunta con otros amigos sino él solo a título particular.
Estábamos seguros de tener justo el apadrinamiento hecho a la medida de nuestro pequeño-gran padrino, y no nos equivocamos: Juan iba a ser protector de nuestros queridísimos cernícalos primilla, un pequeño halcón migrador y colonial que en las últimas décadas ha sufrido como pocos los cambios en la agricultura y el uso de pesticidas, y que en la Comunidad de Madrid se encuentra catalogado en peligro de extinción.
A Juan como padrino del proyecto le iba a corresponder el honor de dar de comer a algunos de los casi trescientos pollos nacidos este año en el programa de cría en cautividad de GREFA. Y no hay más que ver las imágenes del vídeo que acompaña a esta noticia para comprobar la suavidad y la delicadeza con que él supo tratar a esos pollitos, lo mismo que a todos los pequeños huérfanos que durante su visita también pudo conocer de primera mano en nuestra Nursería. Seguro que cuando veais al final de ese vídeo el gesto que tuvo Juanito para evitar hacerles ningún daño a los pequeños primilla os arrancará una sonrisa como se la arrancó a nuestra voluntaria Sofía que le estaba ayudando.
Estamos encantados de tener nuevos padrinos tan maravillosos como ellos tres. ¡Franci, Lucía, Juan, por favor, no cambiéis nunca y conservad siempre vuestros enormes corazones de niños de diez años!